La industria alimentaria, aunque sufrió los efectos de la pandemia por la caída del turismo y el cierre de la restauración, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, ha sido una de los sectores que ha sorteado mejor la crisis y los efectos de la misma. En 2021 la producción se incrementó un 5,3% sobre el año anterior con una facturación de 140.000 millones de euros, solo 600 millones por debajo de los niveles precios a la crisis. La recuperación se ha debido a la mayor demanda fuera del hogar que se hundió con la pandemia. Durante la crisis, aumentó el consumo doméstico, pero no compensó la demanda . A pesar de esta recuperación, la pandemia se llevó por delante a más de 300 pequeñas y medianas empresas hasta dejar el censo en 30.260, mientras mejoró el número de las empresas con más de 1.000 trabajadores. Se ha registrado una recuperación en los niveles de afiliación a la Seguridad Social en un 2% hasta llegar a los 440.600 trabajadores, solo ligeramente por debajo de los niveles previos a la crisis.