Con la aprobación de la Ley contra el Desperdicio Alimentario, Agricultura ha puesto en marcha una batalla contra este tipo de prácticas que se estima supone tirar a la basura unos 7,7 millones de toneladas de todo tipo de alimentos, especialmente los frescos. De ese volumen, la Administración agraria estima que un 20% corresponde a los diferentes eslabones de la cadena alimentaria y un 40% a los hogares. La Ley, que entrará en vigor para el próximo año, contempla multas por su incumplimiento desde los 2.000 hasta los 60.000 euros. Uno de los objetivos de la misma es lograr una mayor concienciación sobre el desperdicio alimentario desde su origen hasta los hogares pasando por la gran distribución y la restauración.

Desde la Administración se hace también un llamamiento a la producción en origen para evitar pérdidas por unas malas prácticas desde  la recogida y a la comercialización.