La producción de cereales de otoño-invierno se situará este año en España en 14,7 millones de toneladas, según las previsiones iniciales de la Asociación del Comercio de Cereales y Oleaginosas de España.

Esa cifra supondría una caída casi del 20% respecto a la obtenida el año pasado y del 34,5% si se compara con el récord alcanzado en 2020.

Todos los cereales sufren caídas muy acusadas debido a la fuerte disminución de los rendimientos, que rondarán una media de 2.700 kilos por hectárea, frente a los más de 3.300 kilos del año pasado, aunque advierten que podrían caer más en las zonas más tardías si persiste la actual ola de calor.

Por tipos de grano, la producción de trigo blando rondará los 5 millones de toneladas, la de cebada se situará en torno a 7,2 millones, la de trigo duro podría estar en 577.000 toneladas, la de avena en 900.000, la de centeno en 283.000 toneladas y la de triticale en 627.000 toneladas.

La previsión de los comerciantes es aún más pesimista que la lanzada la semana pasada por ASAJA, que apunta a 15,5 millones de toneladas.