En 2023 se produjo en España una ligera disminución de la superficie dedicada a tierras arables (11,22 millones de hectáreas, frente a 11,30 millones en 2022) al tiempo que aumentó la de cultivos leñosos (5,41 millones frente a 5,37 millones un año antes), de acuerdo con los resultados provisionales de la última encuesta ESYRCE (Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos) del Ministerio de Agricultura, que recoge los datos relativos a la cubierta vegetal existente durante el verano del año pasado.

Las tierras arables incluyen los cultivos herbáceos, forrajeros, industriales, los de hortalizas y también los barbechos. El descenso en la superficie de cultivos herbáceos se debió a la caída en la dedicada a cereales (sobre todo arroz y maíz por la falta de agua) y cultivos industriales, así como a la de cultivos forrajeros, tubérculos y hortalizas. De hecho, el único grupo que aumentó la superficie respecto a 2022 fue el de leguminosas grano (+50,3%, hasta 491.055 hectáreas). Las tierras en barbecho crecieron un 6,93% respecto a 2022, hasta 2,85 millones de hectáreas.

En cuanto a los cultivos leñosos, creció principalmente la superficie de frutales no cítricos debido a la expansión que ha experimentado el pistacho (cerca de 78.500 hectáreas) y al auge de los cultivos tropicales como mango, kiwi y aguacate, seguidos en importancia por los frutales de bayas, como arándano y moral. Los frutales cítricos registraron un leve descenso de su superficie, al igual que el viñedo para transformación; por el contrario, aumentó la de olivar.

El Ministerio recuerda que, al tratarse de una encuesta por muestreo, estos resultados no constituyen la cifra oficial, que se difundirá en el anuario de estadística agraria, y precisa que las superficies de frutales cítricos y no cítricos y demás cultivos leñosos en secano incluyen las plantaciones abandonadas.