Los precios de los alimentos registraron un descenso en 2023 según el Índice elaborado por FAO para situarse el mismo en un promedio de 124 puntos frente a los 143 del año anterior, un 13,7% menos. En conjunto ese comportamiento se debe a una elevada oferta y una demanda a la baja.

 En los cereales los precios cayeron un 15,4% tras las cifras record de 2022 consecuencia de un buen abastecimiento de los mercados mundiales. En los aceites vegetales el descenso fue de 32,7% lo que supone el nivel más bajo de los últimos tres años por un aumento de la oferta. En leche y los productos lácteos la caída fue del 16,6% debido a una menor demanda por las existencias abundantes en los países importadores. En carnes, en el conjunto del año el descenso medio fue solo de un 3,5% por un aumento de la oferta y una caída en la demanda de los principales países importadores, donde solo subieron los precios del porcino

 Finalmente se registraba un incremento del 26,7% en el azúcar para situarse en el nivel más alto desde 2014 por el ajuste entre oferta y demanda.

Para el sector agrario español ese comportamiento bajista de los mercados afectó fundamentalmente a los cereales, a los preciso del girasol y a la leche, mientras subían los costes de producción