04/12/2023 00:45
Iniciada la sementera en unas zonas y en otras a punto, el sector de los cereales se enfrenta a la misma en medio de los temores sobre los resultados negativos de la última campaña y la dudas sobre la próxima ante el riesgo de volver a cosechar pérdidas por caída de la producción por la sequía, subida de los costes y hundimiento de los precios en los mercados mundiales.
En esta coyuntura, los datos provisionales sobre las superficies de siembra señala un descenso medio de todos los cereales de invierno de 5,8%, cifra que se eleva al 14,5% en el centeno, de un 13,9% en la cebada de seis carreras y del 11,1%en los trigos.
En la última campaña, la cosecha se elevó a poco más de 10 millones de toneladas, de los que 3,5 millones corresponden a los trigos, básicamente a los blandos, otros 3,7 millones a cebadas, 2,6 millones al maíz y otras cantidades bajas a avena, centeno o triticale, lo que en conjunto supone una caída del 45% sobre el año anterior.
Junto a este descenso en las producciones, el sector sufrió el fuerte incremento de los costes medios de producción en más del 40% donde destacan los pecios del gasóleo de 0,90 a 1,16 euros, los precios de los fertilizantes que, aunque se han moderado en los últimos meses, arrastraban ya fuertes subidas de hasta un 70% en nitrogenados y complejos, además de servicios o maquinaria.
Finalmente, el sector de los cereales se ha visto afectado por la caída de los precios de los cereales en todos los mercados. Frente a cotizaciones hace un año por encima de los 300 euros tonelada y que llegaron a superar los 360 euros tonelada en trigos, en la actualidad los precios se han derrumbado hasta cifras entre los 210 y los 225 euros, con la paja a 114 euros en origen y la alfalfa a más de 300 euros.
España, con una demanda de 36 millones de toneladas de cereales, es uno de los principales compradores en los mercados exteriores, especialmente para sus cabañas intensivas de cerdos y en la avicultura, con unas importaciones el ejercicio pasado de 19,5 millones de toneladas a pesar de haber tenido una cosecha de 18 millones de toneladas. Esta campaña, con una cosecha de solo poco más de 10 millones de toneladas, las importaciones pueden rondar los 30 millones de toneladas, por el momento a los bajos precios dominantes que se han trasladado a los precios del mercado interior contra los intereses de sus cerealistas.
Desde el Ministerio de Agricultura se han articulado diferentes medidas de ayuda donde destacan un fondo de 240 millones para compensar la subida del gasóleo y otros 300 millones para apoyar el consumo de fertilizantes a razón de 20,8 o de 52 euros por hectárea para secanos o regadíos.
Desde las Cooperativas Agroalimentarias, el responsable de los cultivos herbáceos, Antonio Catón no oculta la gravedad de la situación para los cerealistas, pero a la vez reclama la necesidad de que los agricultores apuesten más también por comprar y vender en común para limitar todos esos efectos negativos. En la misma línea llama a los agricultores a tener la máxima información sobre los suelos de cultivo, a lograr el máximo asesoramiento en semillas y medios de producción para dar a la tierra lo que realmente necesita o gastar en maquinaria justamente lo que requiera cada explotación.
España tiene una Superficie Agraria Útil de 23 millones de hectáreas de las que 17 son tierras de cultivo. De esa cifra algo más de seis millones corresponden a la actividad de unos 200.000 cerealistas oficiales, según la PAC.
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