Las importaciones baratas marcan la política del sector lácteo

Miles de ganaderos negocian la renovación de contratos ante una industria con ofertas de precios a la baja

Industrias lácteas, ganaderos de forma individual o a través de sus organizaciones cooperativas, SAT u organizaciones de productores mantienen negociaciones de contratos de cara a la fijación antes del 30 de noviembre de los precios para los próximos cuatro meses. Medios del sector estiman que los contratos cuya renovación se negocio suponen aproximadamente el 50% de los 10.000 ganaderos de leche de vaca que sobreviven en el campo. Estas negociaciones se desarrollan en una situación de incremento de costes, en clima marcado por una pequeña reducción de la oferta, pero con propuestas de bajadas de las cotizaciones y, en el mejor de los casos, por una línea de continuidad.

La primera organización de productores de España, Agaprol, aboga por una política de responsabilidad por parte de las industrias para lograr una estabilidad en el sector y parar el desangre de censos de vacas y de ganaderos de los últimos años. La organización señala la necesidad de apostar por el futuro de la ganadería de vacuno de leche para que no se resienta la oferta además en este momento cuando sobre la misma podría tener un efecto claramente negativo en la producción la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica. Desde las oganizaciones agrarias, Rosario Arredondo, ganadera cántabra y responsable del sector en Coag considera indispensable elevar los precios ante el fuerte aumento de los precios de los medios de producción y especialmente de la alfalfa a la soja y la paja, además de otros costes añadidos por la política medioambiental y del bienestar animal.

Las industrias apuntan su dificultad para competir en los mercados ante los precios más a la baja de la leche en el conjunto de la Unión Europea por sus excedentes. Igualmente, señalan sus dificultades para trasladar los incrementos de los precios en el campo y los mayores costes de transformación a los precios de cesión a los grandes grupos de la distribución. Desde UPA, Román Santalla, ganadero y responsable del sector les recuerda a los industriales que no decían lo mismo cuando los precios estaban más bajos en España que en otros países comunitarios. Frente a unos precios medios en los últimos meses de entre 0,52-0,53 euros y a menos de 0,50 en Galicia, desde la industria se plantean bajadas de entre uno y tres céntimos y, en el mejor de los casos una continuidad en las cotizaciones. Atrás quedaron los precios de hasta 0,60 euros de hace menos de un año. Desde la producción se estima que ha existido un aumento de los costes hasta más de 0,55 euros y se aboga porque Agricultora siga de cerca sise cumple la Ley de la Cadena.

En paralelo a la situación de España, en el conjunto de la UE se ha registrado un incremento de la oferta hasta agosto del 0,6% y los precios se han mantenido en una media de 0,43 euros, si bien se espera se recuperen hasta finales de año.

 Con precios estables o a la baja de estas fechas, la ofertas de precios responderían básicamente a la existencia de elevadas importaciones, sobre todo desde el resto de los países comunitarios, de leche excedentaria y de productos elaborados con la misma que, en conjunto, ascenderían a unos 3,5 millones de tonelada equivalente en leche con unas 360.000 toneladas de quesos blandos equivalente a unos 2,4 millones de toneladas de leche, más otras 100.000 toneladas de leche líquida y de otras entradas de productos elaborados comercializados directa y fundamentalmente por la distribución, además de lactosueros para la industria.

 Este comportamiento do los mercados se ha traducido en los últimos años y se mantiene en la actualidad, en un adelgazamiento del sector desde la producción a la industria con un importante impacto en el territorio rural que se refleja, entre otras cosas, en un envejecimiento de los ganaderos activos, más cierres de explotaciones con menos de 100.000 kilos de producción por la no existencia de un relevo generacional y por falta de rentabilidad y de servicios en el medio y avance de los grandes grupos.

Datos manejados por la Administración señalan que en un plazo de 10 años se habrán jubilado el 50% de los ganaderos actuales dado que hoy solo el 0,7% tiene menos de 25 años y un 5% entre los 25 y los 34 años, y un 16% entre los 35 y los 44 años, un 29% entre los 45 y los 54 años, el 37% entre los 55 y los 64 años y un 12% más de 65 años.

En los últimos cinco años el sector ha pasado de unas 14.000 a menos de 10.000 explotaciones y el número de animales de 800.00 a 780.000 y la producción, a pesar de mejorar los rendimientos por animal pasó 7,5 a 7,3 millones de toneladas para un consumo estabilizado de unos 10 millones de toneladas.